Durante siglos hemos operado bajo un paradigma de consumo que asumía implícitamente la abundancia infinita de recursos naturales: un modelo lineal conocido como "Tomar, Hacer, Usar, Desperdiciar". No obstante, esta perspectiva nos ha llevado al borde mismo de los límites planetarios. En tan solo los primeros siete meses del año, nuestra economía agota recursos naturales globales equivalentes a los que la Tierra puede regenerar en un año completo. Resulta innegable que este enfoque carece de viabilidad a largo plazo. Manteniendo este ritmo junto con nuestro nivel tecnológico actual, se proyecta que para el año 2050 se requeriría el equivalente a tres planetas para satisfacer las demandas de la humanidad.
En su lugar, deberíamos imponer colectivamente un nuevo paradigma, un modelo más circular, que aspire a regenerar los bienes en lugar de deshacerse de ellos: Esto significa reutilizar, reciclar, renovar y compartir.
¿Cómo invertir en un futuro más circular? Respaldados por 25 años de experiencia en ESG combinada con 25 años de inversión temática, nuestra firme convicción radica en que las compañías capaces de brindar soluciones auténticamente circulares generarán un valor agregado significativo para los accionistas a lo largo del tiempo.
Los gestores principales de fondos, David Czupryna y Bastien Dublanc, exponen cómo una estrategia de inversión enfocada en la economía circular puede aprovechar una oportunidad de inversión de gran envergadura al mismo tiempo que contribuye a una economía más sostenible.