Un «cisne gris» es un acontecimiento posible y conocido, potencialmente significativo, pero considerado improbable.
Una sucesión de cisnes grises ha traído consigo un entorno de mercado repleto de nuevos desafíos que están afectando a todos los países, tanto ricos como pobres. Todo ello mientras el mundo debe abordar con urgencia la emergencia climática. Y esto únicamente puede lograrse mediante una gran transformación de la economía mundial.
Nuestro Informe de Sostenibilidad Soberana 2022
La preparación de los países para hacer frente a los retos de sostenibilidad afectará inevitablemente a su capacidad para amortizar su deuda. Pero eso es solo la mitad de la historia. Si los Gobiernos no se unen, no se resolverá nada. Los inversores en deuda pública pueden apoyarles en este papel crucial, invirtiendo en aquellos emisores soberanos que se toman en serio la sostenibilidad.
Nuestro marco de Sostenibilidad Soberana está diseñado para ayudar a identificar estos países. Lea nuestro último Informe para descubrir nuestras puntuaciones de sostenibilidad de los países y las que, en nuestra opinión, son las temáticas más importantes para cada uno de los cuatro tipos de capital —natural, humano, social y económico— y cómo están interconectadas:
- Emisiones: nuestro nuevo de nuevas emisiones examina la huella de carbono por sector y fuente de energía, evaluando el potencial de alcanzar el nivel de cero emisiones netas.
- Producción y seguridad alimentarias: el uso de las exportaciones de cereal como arma de guerra está afectando a las cadenas de suministro de alimentos (ya tensionadas por el aumento de la población), lo que a su vez afecta a las dietas y al medio ambiente.
- Responsabilidad democrática: las autocracias y los movimientos populistas están ganando terreno. La cooperación parece ser más difícil justo cuando más se necesita para abordar la emergencia climática.
- Transición energética: la seguridad energética ha escalado hasta la cima de la agenda de los Gobiernos europeos, y la transición energética debería ser la piedra angular de la política económica para los próximos 10 años.
